Mojigangas

Gigantes de la tradición

La alegría es inherente al ser humano, es un sentimiento que forja vínculos y fortalece las relaciones interpersonales, aumenta la resiliencia frente a los desafíos, potencia la creatividad y desata la imaginación. Hablar de Mojigangas es sinónimo de júbilo, gozo, asombro, tradición, rito, religión, fiesta y unidad. Las enormes estructuras de carrizo y cartón que cobran vida en las diferentes comunidades de México para rendir homenaje y culto al patrono, a la virgen o a la deidad con la que los grupos se identifican o recordar a quienes se han ido, son metafóricamente gigantes de la tradición.


No obstante, las personas que trabajan el carrizo, las que alistan el engrudo, las que pintan con sus manos cada colorido detalle, las que preparan los alimentos para la fiesta, las que tocan los sones para la danza o el desfile, las que por momento dejan a un lado su identidad para dar vida a una creativa obra artística hecha de cartón, para estar dentro de la mojiganga que representa un personaje mítico, mágico o caricaturesco… todas esas personas son en realidad los gigantes de la tradición porque con su participación fortalecen la unidad comunitaria, crean símbolos de identidad y reafirman la posesión de su patrimonio vivo.


El Museo Nacional de Culturas Populares agradece a cada una de las personas portadoras, creadoras y promotoras de la tradición que hicieron posible esta exposición que rememora la filosofía de este espacio fundado por Guillermo Bonfil Batalla, al servir como un espejo que refleje nuestras múltiples identidades, un espejo al que podemos asomarnos cada vez que estemos en riesgo de olvidar quiénes somos.
¡Muchas gracias!

La Cartonería
Es una técnica artesanal originaria de China, traída por los españoles en la época virreinal, principalmente con la elaboración de las piñatas, las cuales eran de barro forradas y decoradas con papel, muy utilizadas en el proceso de evangelización. A finales del siglo XVI, llega el primer molino de papel al Continente Americano, el cual se instaló en Culhuacán en la Ciudad de México; a partir de ese momento la Inquisición encomienda a los artesanos indígenas la elaboración de figuras de cartón alusivas a la imagen de Judas Iscariote. Estas figuras eran quemadas en reuniones del clero como representación de la quema del mal, siglos más tarde esta costumbre se convirtió en la tradicional quema de judas que se realiza en diversas ciudades del país en la Semana Santa.

A finales del siglo XIX, llega la primera fábrica de papel, lo que contribuyó a la elaboración de figuras de cartón y el número de artesanos aumentó. En un principio los creadores populares se dedicaron a la realización de caballos, máscaras, esqueletos, mamertos, ninfas, entre otras piezas alusivas a las festividades de Día de Muertos y Semana Santa. Las mojigangas tienen su origen en la España peninsular, se trataba de encuentros teatrales a modo de farsa o carnaval denominados bojigangas, en donde los participantes portaban grandes máscaras, con el tiempo dichas celebraciones se fueron transformando hasta el siglo XVI cuando llegó la tradición de las mojigangas o bojigangas a territorio de la Nueva España.

Ya en Nueva España las grandes máscaras se convirtieron en estructuras de carrizo forradas con la técnica de la cartonería, las cuales contaban con un visor para que la persona en su interior pudiera moverse sin problema, se trataba de estructuras simulando el cuerpo humano alargado, con rasgos toscos y pronunciados. Dichas estructuras se convirtieron en parte fundamental de las fiestas populares sobre todo en los barrios y comunidades.

Las piezas expuestas son el resultado de la vinculación del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Nayarit con el Instituto de Arte y Cultura de Celaya a través de la Coordinación de Culturas Populares del INSMACC. Participaron docentes y promotores de los centros culturales del estado de Nayarit; el taller fue impartido por la artesana Iris Viridiana López Bárcenas y el artesano Manuel Alejandro Martínez Ríos, originarios de Celaya y herederos de la tradición de la cartonería, ambos han sido galardonados en diversos concursos del estado de Guanajuato por la calidad, creatividad e innovación en sus técnicas artesanales.

Galería de Imágenes

Traje de Chinelo.
Adalid Antonio Ocampo Neri.
Zacualpan de Amilpas, Morelos.
Mixta. Papel modelado y policromado, marabú, flequillo, chaquira, cuentas de plástico, túnica de terciopelo con aplicaciones de chaquira.
Colección. Adalid Antonio Ocampo Neri.

Maqueta, representando
escena de inicio de procesión
en honor a la Virgen del
Rosario.

Zacualpan de Amilpas, Morelos.
Comparsa Zacualpan Mágico.
Escala 1:21.25.
Colección. Pablo Guevara Barreto.

Máscara.
Juvemor.
Zacualpan de Amilpas, Morelos.
Papel modelado y policromado con
sombrero de palma.
Colección. José Emanuel Baeza Neri.

Mojiganga Cata.
Mojigangas Valle del Maíz.
San Miguel de allende, Guanajuato.
Estructura de carrizo, tela, ixtle
alambre, papel modelado y
policromado.
Colección. José Ángel Estrada Martínez.

Máscara de Diablo
Comparsa Río de Papel “Pazuzu”.
Martín Aguayo.
Zacualpan de Amilpas, Morelos.
Papel modelado y policromado.
Colección: Martín Aguayo Neri.

Mascara Zorro.
Comparsa Falfán “Mojiganga Magos de Olinalá”.
Mahigan Falfán.
Zacualpan de Amilpas, Morelos.
Papel modelado y policromado
Colección: Lucía López De Medrano Álvarez.