La otra vida en Tamoanchan

Tamoanchan es historia y es mito.

Francisco Plancarte y Navarrete, segundo obispo de Cuernavaca, en su libro Tamoanchan. El estado de Morelos y el principio de la civilización en México (1911), afirmó que estas tierras surianas son ese lugar donde surgió la cultura en Mesoamérica. Y ubicó dicho sitio en Chimalacatlán en la Sierra de Huautla, en estos verdes valles fértiles y pródigos regados por la memoria y fecundados por su gente.

A lo largo de los siglos este sur morelense es territorio de pueblos que, cotidianamente, arrancan a la tierra sus frutos con su denodado esfuerzo y su demostrado amor a sus raíces.

Es este valle, hecho de maíz y caña de azúcar, de trabajo y alegría, de conventos y haciendas, de nativos y viajeros, de minerales y arroz, de religiosidad y revolución, es donde Los Ramírez Castañeda encuentran inspiración para expresarse a través de su arte. La cartonería de Los Ramírez Castañeda es una elocuente expresión que retrata la cotidianidad desde el magistral arte de sus piezas. Sus calacas, nos cuentan instantes y oficios, nos cuentan historias y eternidades, nos cuentan esencias y ensueños desde los oficios tradicionales que nos explican parte de la multidimensionalidad del ser suriano, del ser morelense.

En la exposición La otra vida en Tamoanchan, nos encontramos a nosotros mismos. El arte cartonero de Los Ramírez Castañeda nos lleva a recrearnos en nuestra memoria y en nuestra realidad, en la herencia y en la actualidad, a través de las mujeres y los hombres representados a través de sus artes y oficios. Por ello, es posible afirmar que el germen creador del histórico y mítico Tamoanchan inspira a estos lúdicos creadores de multicolores reminiscencias.

Jesús Zavaleta Castro

Galería de Imágenes

Ojos de papel volando.
No hay fiesta sin color, el papel picado que ondea al viento, adorna la calle y alegra nuestros corazones.

Colección del autor.

La agridulce misión.
Impositivo jornal, herencia sufrida, dolor para producir el néctar que nos quita un poco las penas de la vida.

Colección del autor.

Escultor de sabores.
Dulces, salados, rituales, aromáticos,
lenguaje barroco que adorna nuestra
mesa y nuestro paladar.

Colección del autor.

El color sagrado, aroma divino.
Tequio testimonial, regalo solar, ofrenda milenaria de aroma y color.

Colección del autor.

La pasión por el sabor.
Desde la distancia un aroma exquisito se percibe en el ambiente, la receta secreta nos convierte en devotos comensales.
Orgullosos del sazón suriano.

Colección del autor.

Nuestra esperanza en rojo.
El regalo para el nuevo hogar, el bruñido sabio de la expectativa de una unión duradera y amorosa para lavar las penas junto al rio.

Colección del autor.